Este 13 febrero, uno de los mejores jugadores mexicanos de todos los tiempos, cumple 40 años, nos referimos al legendario Rafael Márquez.
Nacido en Zamora, Michoacán, desde joven, el Káiser tuvo que dejar su hogar en búsqueda del sueño de millones, llegar a Primera División.
Con sólo 17 años, Rafa cristalizó esta meta y gracias a sus inigualables cualidades técnicas logró hacerse de minutos como defensor central del Atlas.
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Pocos meses después, la fortuna jugó a su favor, pues un error por parte del cuerpo técnico de la Selección Mexicana, encabezado por Bora Milutinovic, lo llevó a la convocatoria. El estratega tenía la intención de llamar a César Márquez, también jugador de los rojinegros, pero por confusión en la lista se escribió Rafael, abriendo una oportunidad que no desaprovecharía y que se convirtió en un paso no sólo para hacer historia en el Tri, sino para convertirse en un ícono del futbol mexicano.
A lo largo de 21 años con la Selección Azteca, Rafa mostró liderazgo y gran capacidad para frenar a los grandes ofensores del mundo, dejando un legado difícil de igualar.
Participó en seis Copas América, las más recordadas son las de Paraguay 1999, en la que se obtuvo el tercer puesto, y la 2001, en Colombia, en la que tras un excelente torneo, la escuadra azteca cayó en la Final por 1-0 contra el anfitrión.
Su mayor logro con la casaca verde fue el título de la Copa Confederaciones de 1999. Final vibrante jugada contra Brasil en el Estadio Azteca y en la que los dirigidos por Manuel Lapuente se impusieron por 4-3 al entonces Tetracampeón del mundo.
Sin embargo, Rafa mostró un romance especial con las Copas del Mundo, pues disputó en total 5, algo que muy pocos futbolistas han podido conseguir en la historia: Antonio Carbajal, Lothar Matthaus y Gianluigi Buffon.
El gran central mexicano fue uno de los hombres más destacados en cada Copa que jugó, exceptuando la de Rusia 2018, a la que llegó con 39 años.
Tres goles consiguió Márquez en la máxima competencia de selecciones: el primero fue contra Argentina, en los Octavos de Final de Alemania 2006; cuatro años más tarde marcó en el debut del Tri de Aguirre contra Sudáfrica, y en 2014 convirtió en la victoria por 1-3 contra Croacia.
No obstante, también existe un triste recuerdo de Rafa en estos escenarios. En los Octavos de Final de 2002 contra Estados Unidos, el joven mexicano no manejó correctamente la frustración de ir abajo en el marcador contra el eterno rival de la Concacaf, Estados Unidos, y propinó un cabezazo brutal a Cobi Jones, eso le costó la expulsión.
En cuanto a clubes se refiere, el canterano rojinegro dejó 'muy alta la vara' para todo jugador mexicano que emigre al futbol de Europa.
Tras ser fichado con sólo 20 años por el Mónaco, logró una gran adaptación a la Ligue 1 y tras conquistar tres trofeos y convertirse en uno de los mejores centrales del Viejo Continente, fue fichado por el Barcelona, equipo en el que vivió sus mejores años y en el que alcanzó el cielo futbolístico.
Con el cuadro blaugrana, conformó una de las centrales más sólidas junto a Carles Puyol y también mostró una evolución contundente en su estilo de juego. Su pie derecho se convirtió en uno de los más educados del plantel y con frecuencia era el encargado de ejecutar los tiros libres, algunos de ellos terminaron inevitablemente en el fondo del arco.
Sus calidad indiscutible y su liderazgo lo mantuvieron en el equipo más ganador de la época durante siete largos años, en los que conquistó en total doce títulos.
Tras hacer historia en Europa y abrir la discusión sobre si él o Hugo Sánchez es el mejor mexicano de todos los tiempos, el Káiser firmó con New York Red Bulls, equipo en el que no le fue bien.
Parecía que el final de su brillante carrera estaba cerca, pues ya no era un elemento de peso ni en su club ni en Selección, salvo por el liderazgo que siempre mostró vestido de Tricolor.
Pero un nuevo aire llegó para 'Rafita'. En 2013 fue fichado por León, club que tenía poco de haber regresado a Primera División. Con la Fiera, volvió a tomar gran forma física y futbolística, rápidamente se volvió pieza fundamental para que el cuadro de Gustavo Matosas se volviera uno de los más temidos de la Liga MX. Conquistó el Bicampeonato y luego emprendió una nueva aventura a Europa.
El Hellas Verona, de la Serie A se interesó en el central de 35 años y tras 35 juegos en la Liga italiana, volvió a nuestro país para vivir una de sus últimas aventuras, el Atlas.
Desde sus años en Barcelona, Márquez expresó su deseo de colgar lo botines con el equipo que le dio la oportunidad de ser profesional y en el Clausura 2016 firmó con los Rojinegros.
Durante el primer año, aportó en gran medida a la zona baja del equipo y en la contención cuando se le requirió, pero algunas lesiones comenzaron a dejarlo fuera de acción; no obstante, este no fue su mayor inconveniente, pues en 2017, una investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, lo sacó de la actividad, pues tuvo que enfocarse a enfrentar el proceso por presuntos nexos con el narco, acusación que meses más tarde fue desestimada y que dio paso a que pudiera disputar la Copa Mundial de Rusia 2018.
Tras 21 títulos en 21 años de carrera, Rafael Márquez, hoy presdiente del Atlas, es una leyenda viviente de nuestro futbol y difícilmente veremos pronto a alguien que pueda 'codearse' con él. Prueba de ello es que en la Selección Mexicana no se ha podido encontrar a un elemento que tenga su liderazgo en la central.