Aunque Cruz Azul no ha tenido el arranque esperado en el Clausura 2019, los liderados por Pedro Caixinha están lejos de decirle adiós a la posibilidad de ser serios contendientes al título. Este sábado ante Tigres, podría ser el inicio de un nuevo comienzo.
Tanto en el Invierno 1999, como en el Clausura 2008, el cuadro celeste supo levantarse de una situación similar a la que atraviesa por ahora en el inicio de la campaña para colarse hasta la Gran Final, perdiendo en ambas ocasiones.
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Mientras en el torneo de Invierno logró disputar la Final ante los Tuzos tras arrancar con uno de nueve puntos posibles, en el Clausura, ante Santos, volvió a ser finalista tras sumar cuatro de nueve unidades en sus primeros tres partidos.
“Lo que representa jugar en un estadio como el Volcán, siempre lleno, es algo que nos debe de llenar de entusiasmo para saber que estamos intentando hacer las cosas bien, ahora ante un equipo bien orientado, muy bien respaldado, que tiene grandes jugadores. Debemos intentar hacer lo mismo y con eso lograr el resultado que siempre perseguimos, que es ganar”, reveló Pedro Caixinha de cara a la visita cementera al Universitario.
Aún así, la presión cada vez es más sobre Cruz Azul. Tanto que, de no sumar este sábado, La Máquina registraría su peor inicio en Liga en casi 15 años, quedando muy cerca de lo hecho en el Apertura 2004, cuando ligó tres derrotas en sus primeros tres partidos (cero puntos).
Pese a tener claro el panorama, dentro del conjunto de La Noria consideran que el equipo camina en la dirección correcta, lo cual “más temprano que tarde”, les permitirá conseguir su primer triunfo del torneo.
“Los resultados están claros: un empate y dos derrotas. Está claro que no empezamos como queríamos. Pero en el proceso el equipo va caminando en la dirección que tú quieres. Tiene todas las condiciones para seguir creciendo", concluyó Caixinha.
