Carlos Reinoso toma vacaciones en Long Beach. De pronto se ha olvidado de la rutina, del día a día. Hoy la pizarra táctica y el futbol no aparecen en su horizonte. Las gafas, las bermudas y las fotografías para el recuerdo configuran su presente desde California, porque su pasado así se lo permite.
Cuando juegan Veracruz vs América, la nostalgia camina de la mano con la memoria. El Maestro ganó la Copa MX con los Tiburones, después de 68 años sin un título. “Algo que hace mil años no se ganaba”, remarca. Sin embargo, el amor por las Águilas le sale por los poros al exfutbolista chileno.
“Son dos equipos que quiero. Uno porque lo acabo de dirigir y al otro porque todos saben mi sentimiento de americanista, y yo sí soy un agradecido”, dice Reinoso en entrevista con RÉCORD.
La recuperación de una operación en la rodilla fue el argumento exhibido por la directiva escuala, cuando terminó la relación laboral con Reinoso, quien aclara que actualmente no forma parte de la institución, en ninguna faceta, como se había especulado.
“Yo no soy asesor de Veracruz. Para nada. Yo soy amigo de don Fidel Kuri y él me nombró su asesor (extraoficialmente). Yo no tengo nada qué ver con el equipo y no conozco a los jugadores que llevaron”, explica el chileno.
De cara al Centenario del América, Carlos Reinoso adquiere un relieve especial. Nueve años, acompañados de 364 partidos y 95 goles le confieren autoridad desde su condición de futbolista extranjero con honores, que redundaron en seis títulos como futbolista y uno más como entrenador azulcrema.
“Todo en mi vida de futbolista es gracias al América. Esa playera se defiende con la vida”, sentencia de cara al juego de las Águilas y los Tiburones, este viernes en el Puerto.
Reinoso se lo toma con calma. “Esto es futbol, mijo”, resume en casi todas sus charlas, como quien a los 71 años lo sigue gozando. Activo en redes sociales, el Maestro remata e ilustra: “Ser importante es del ego, ser feliz es del alma”.
