Sin problema alguno, llegó el Club América al Estadio Universitario protegido por un fuerte dispositivo de seguridad.
Aunque para su mayor protección arribaron en un autobús rentado, diferente a lo hecho en sus últimas visitas, donde ya habían ingresado con su propio autobús, ya que tenían los logotipos del equipo.
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Todo ocurrió con tranquilidad, incluso cuando minutos antes el equipo de Pumas ya había llegado al inmueble, hubo pocos aficionados a su alrededor que vieron la llegada del rival.
En el ingreso a vestidores, Nico Castillo, contrario a lo que se pensaría, recibió los aplausos de algunos aficionados de los Pumas, que no hicieron una llegada hostil, sino respetaron el regreso de unos de sus jugadores destacados en el torneo anterior.
