En el día de la Comunidad de Madrid, el Getafe ayudó a sus vecinos del Atlético al frenar al Betis con un empate sin goles en el Coliseum Alfonso Pérez que dejó al conjunto andaluz a tres puntos de la cuarta plaza, en poder del equipo de Diego Simeone.
Con objetivos diferentes, los hombres de Manuel Pellegrini y de Quique Sánchez Flores se vieron las caras en un duelo marcado por el último éxito del conjunto verdiblanco. Muchos aficionados béticos temían que la resaca tras ganar la Copa de Rey afectara a sus jugadores en la pelea que mantienen con el Atlético por disputar la próxima edición de la Liga de Campeones.
Pero el impulso de la victoria ante el Valencia y la ambición de jugar la máxima competición continental bastaron al Betis para plantar cara con dignidad al equipo de Quique.
Y, en pleno debate por el pasillo que tiene o no tiene que hacer el Atlético al Real Madrid el próximo fin de semana en el Wanda Metropolitano, el Getafe sí se lo hizo al Betis, aunque algunos aficionados del Coliseum Alfonso Pérez silbaron la acción. Aún recuerdan como fueron tratados en el Benito Villamarín cuando el Getafe perdió la categoría en 2016.
Los cambios tampoco afectaron a la escuadra andaluza. Hasta cuatro caras nuevas (Sabaly, Víctor Ruiz, Ruibal y Tello) respecto a la final de Copa aparecieron en el once de Pellegrini. Tampoco, por ahí, se desestabilizó el Betis, que rápidamente tomó el mando del partido y casi al inicio estuvo a punto de ponerse por delante con un cabezazo de German Pezzella que salvó David Soria.
Precisamente, el portero del Getafe se iba a erigir como el mejor de su equipo durante los primeros 45 minutos. El conjunto local, muy atrás y trabado a la hora de sacar la pelota, no disparó entre los tres palos en todo el primer acto. Y el Betis, sin muchos excesos, sí consiguió un total de cuatro acercamientos que necesitaron de las atenciones de Soria.
Sobre todo al principio, con ese intento de Pezzella, y al final, con un zurdazo desde fuera del área de Nabil Fekir que obligó a levantar el vuelo a Soria. Los otros dos intentos, de Sabaly y de Canales, fueron un trámite para el portero del Getafe, que se marchó con vida al descanso.
El paso por vestuarios oxigenó al equipo de Quique, que en los primeros cinco minutos de la segunda parte pisó más el área del Betis que en todo el resto del encuentro. Incluso dispuso de una ocasión clarísima de Okay Yukuslu, que remató al muñeco una falta lanzada por Óscar Rodríguez. El medio turco, reubicado en el centro de la defensa con éxito por la baja de Jorge Cuenca, tuvo el primer tanto del duelo en su cabeza.
Con las líneas más adelantadas, y con la presión más afinada, el Getafe, por fin, mostró sus armas para inquietar a un rival que hasta ese momento había vivido con excesiva tranquilidad. Eso también provocó más exposición atrás y más huecos para el Betis, que no los aprovechó y acabó encerrado en su campo.
Ahí, tiró de oficio. Aguantó bien las acometidas de su rival, que murió atascado en el último pase, sin más ocasiones que la de Okay y con un punto en el bolsillo con el que se colocó cinco por encima de la salvación. Su rival perdió la oportunidad de culminar la jornada a uno del Atlético, tal vez el mayor beneficiado de un empate sin brillo y trabado en casi todas sus fases.