La Major League Soccer (MLS) volvió con el torneo MLS Is Back que se disputa en una sola sede, Orlando, Florida y sin aficionados para evitar brotes de Coronavirus.
Ante esta situación, los equipos han buscado la forma de acercar a sus aficionados de alguna forma para apoyar a sus equipos.
Así fue como el New England Revolution ideó convertir el Gillette Stadium en una especie de autocinema monumental, en la que sus seguidores podían seguir el juego debut de su equipo en el certamen ante el Montreal Impact, en las pantallas gigantes mientras se quedan en sus autos.
Las redes sociales del inmueble, también hogar de los New England Patriots de la NFL, mostró cómo la cancha era invadida por automotores con aficionados del Revolution que se aprestaban a observar el juego, con su respectiva sana distancia para evitar contagios de Covid-19.
El último partido del Revolution fue el pasado 7 de marzo en el empate a un gol ante el Chicago Fire, por ello la ansiedad era tal de sus aficionados que no dudaron en acudir con sus autos para observar el juego ante la escuadra canadiense.
Desde la pantalla gigante del Gillette Stadium, los seguidores del New England pudieron apreciar el gol de Gustavo Bou con el que abrió el marcador en la victoria parcial sobre el Montreal Impact.
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