Kylian Mbappé, Ángel Di María y Edinson Cavani, tres estrellas del PSG que quedaron eclipsadas en la derrota de su equipo 2-1 contra el Rennes por Eduardo Camavinga, de apenas 16 años.
Aún no tiene edad legal para conducir solo y ya logró desequilibrar a los defensas de uno de los mejores equipos de Europa, quienes trataron de frenar su talento como se hace con los grandes, a patadas.
Camavinga debutó el 6 de abril de este año en el empate a tres de su equipo con el Angers, entró en los últimos tres minutos y se convirtió en uno de los jugadores más jóvenes en debutar en la Ligue 1.
Desde entonces comenzó su andar en la Primera División y para esta temporada se ha afianzado en la titularidad gracias a la confianza que le tiene Julien Stephan, su entrenador desde los equipos inferiores.
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“Es un chico talentoso. Pero él es un jugador joven que tendrá que ser protegido. No debemos olvidar que solo tiene 16 años y medio. Tendrá que seguir trabajando y progresando. Por supuesto tiene mucho talento” dijo el técnico al final del partido.
Hace unos meses, Borussia Dortmund había preguntado por él y la respuesta fue de 20 millones de euros si quería llevárselo, en ese momento les pareció excesivo, hoy resultaría una ganga.
Nació el 10 de noviembre del 2002 en Miconge, Angola, y desde muy pequeño se lo llevaron a Francia. El primer deporte que practicó fue el judo, pero pronto se dio cuenta que lo suyo era el futbol.
“Cuando queríamos mantener el resultado, lo poníamos en defensa, si necesitábamos un gol, lo poníamos de ataque. Tenía la capacidad de hacer las dos cosas”, declaro recientemente Jo Burel, uno de sus primeros entrenadores en el AGL- Drapeau Fougeres, primer club en el que jugó de los seis a los 11 años y que posteriormente lo llevaría al Rennes.
La cantera de 'Les Rouges et Noirs' es una de las más prolíferas de Francia con jugadores como Slyvian Wiltord, Ousmane Dembele y Yacine Brahimi, pero parece haber encontrado en Camavinga a su más grande diamante.