Un viejo conocido de Pumas, Darío Verón, demandó al que fuera su representante, José María González, a quien acusa por haberle hecho un fraude de 700 mil dólares, cantidad que debía haber recibido por el ahora jugador del Olimpia.
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El caso se remonta a principios de 2011, cuando la directiva auriazul compró el pase del defensor por un millón 520 mil dólares, que fueron depositados en la cuenta de González, quien tuvo que haber entregado el dinero de los derechos deportivos y económicos a Verón.
No obstante, el problema entre el empresario y el paraguayo ha pasado a mayores, debido a que el agente no se presentó a la audiencia preliminar y el juez penal de garantías, Miguel Tadeo Fernández, ordenó su captura inmediata.
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El caso está en un proceso abierto por lesión de confianza iniciado por el jugador, que cuando se enteró de haber sido víctima de su propio representante, tomó acciones legales en su contra y ahora el caso entra en su etapa final.
José María González trabajó por mucho tiempo junto al histórico excapitán de los universitarios.