Limpiemos México: evolución

Luis García

Luis García

Luis García

Luis García
| 04 Mayo, 2019

Antes de ahondar en el fastuoso y divertido evento que vivimos muchos de los que trabajamos en Grupo Salinas, gracias a uno de los poderosos y múltiples movimientos que posee Fundación Azteca, tocaré rápidamente el sonoro éxito del Monterrey en la Concachampions.

Ganaron un Clásico con mucho riesgo para ellos. Tigres tenía crédito, Rayados no; era matar o morir, y tal vez morir para y por siempre. Fueron serios y gallardos en las dos batallas, fueron mejores y justos vencedores, se quitaron una piedra de la espalda casi de la misma dimensión que la de El Pípila en la toma de la Alhóndiga de Granaditas.

Y le manifestaron a todas y a todos que de timoratos no tienen nada, fueron calientes, bien entendido el concepto, cerebrales también, pero la mezcla de pasión y racionalidad fue la exacta para doblegar a un incómodo oponente que se rebeló hasta el final y que cuenta con un estilo sumamente complejo de sostener.

Lo tuyo, Rodolfo Pizarro, fue excelso y maravilloso, fuiste el mejor de los tuyos y de los extraños, quisiste siempre la pelota y fuiste quien se colocó la capa de superhéroe; fuiste una de tus mejores versiones, para abajo ya no se vale, eres un futbolista con notables habilidades que a partir de lo que hiciste en ambas Finales debes despegar rumbo al infinito sin voltear atrás nunca más.

Ahora sí, volvamos al inicio del texto para contarles lo feliz que me hizo ser una ínfima parte de la presentación del balón Limpiemos México, con el que se jugará la Liguilla.

Este potente movimiento lleva ya una década, en la que ha logrado sacudir masas, en pos de hacernos conscientes de lo imperdonable que es tirar basura cada año millones de personas; este 19 de mayo lo volveremos a hacer, hemos salido a la calle para limpiar nuestras calles, comunidades, pueblos, ciudades y estados.

Se ha fomentado una linda comunión entre las mexicanos y los mexicanos de hacer algo más por nuestro medio ambiente, todavía estamos a tiempo, es uno de los puntos medulares de esta campaña; el otro es que seamos héroes por el planeta, como bien pregona y genera Ricardo Salinas, resulta imprescindible la prosperidad incluyente.

El lanzamiento fue en Toluca, en la Federación Mexicana de Futbol; no conocía el inmueble ni las instalaciones, una cosa de locos, un lugar extraordinario, de vanguardia y hermoso, es tal su fuerza que intimida al instante de cruzar el portón de entrada.

Las personalidades que dieron el banderazo fueron Benjamín Salinas, CEO de TV Azteca, Karina Fogel, gerente global de comunicación externa de Grupo Bimbo, Antonio Domínguez, director general de Fundación Azteca, Enrique Bonilla, presidente ejecutivo de la Liga Bancomer MX, el comisario, Dr. Miguel Ángel Martínez, de la Policía Federal, y Carlos Manrique, director general de Voit.

Después del acto protocolario, pasamos a la cancha a echar una sensacional cáscara con tan lindo balón; los equipos estuvieron comandados por mi compadre Martinoli, del lado azul, y a mi me tocó ser el capitán de los blancos.

Entre los integrantes de ambos equipos estuvieron disimiles personajes de Azteca Deportes y de otros departamentos, entre los que estaban Jorge Campos, Zaguito, Carlos Guerrero, Álvaro López Sordo, Rafa Mercadante, Liz Colombo, Esmeralda Ugalde, Adianez Hernández, Natalia Valenzuela, Pablo de Rubens, Lalo Ruiz, Pedro Domínguez, Gerardo Melín, Rodrigo Cachero, Esteban Macías, Luis Enrique Alfonzo, Jorge Pinto y José Manuel Azpiroz.

Perdimos en penaltis, pero eso fue lo de menos, fue un buen partidillo, que quitando que 'Alvarito' le rompió la boca y la crisma a mi 'Warrior', todo fluyó en armonía; muchas risas, máxime que somos una vergüenza jugando a la pelota, ya sea por la edad, caso de algunos, yo entre ellos, y otros porque tienen la coordinación de un dromedario.

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Sudamos, corrimos y reímos mucho, ya en los vestidores llegamos a la conclusión de que este tipo de convivencias nos hacen mucho bien, nos sacan de la típica relación laboral que tenemos de miles de años y nos colocan en un contexto distinto, nos hace relacionarnos desde una óptica diferente que sin duda nos enriquece y mucho.

El acto terminó con Enrique Bonilla entregándonos unas medallas de chocolate, literal eran de chocolate, y con el cansancio de haber corrido tras la pelota por media hora; chale, solamente media hora y acabamos destrozados.

Pero con una amplia sonrisa por haber sido partícipes, insisto, de un poderoso movimiento como lo es Limpiemos México, capaz de purificarnos, de hacernos conscientes de nuestro medio ambiente y de educar a nuestras hijas e hijos a cuidarlo.

Nos vemos en las calles el próximo 19 de mayo para seguir pugnando por un México más limpio y mejor, carajo.